Por primera vez en nuestras vidas –no sabemos por qué- asistimos a uno de los carnavales con más historia y tradición de toda Colombia. Se lleva a cabo cada año impar en el municipio de Riosucio, departamento de Caldas, y la figura en torno a la cual se festeja durante seis días es el mismísimo diablo.
No se asuste, por favor siga leyendo. Nada tiene que ver con rituales satánicos ni con manifestaciones anticristianas. En este diablo, dicen los locales, la maldad brilla por su ausencia. Es un diablo bonachón, que invita a la fiesta y llega al pueblo cada dos años para darles licencia a sus fieles de divertirse y disfrutar la vida sin medida.
Preparamos para ustedes un especial con tres galerías, un video y una crónica para hacerles sentir un poco de la felicidad que vivimos rindiéndole culto a la vida, a la amistad y a las tradiciones de nuestra tierra encarnadas en un gigantesco diablo de cuatro metros de altura.

Haga click en cada una de las imágenes que verá a continuación y viaje con Renunciamos y Viajamos al Carnaval de Riosucio.

Salve, salve, placer de la vida