Recorrer Pijao y Buenavista, ambos pueblitos cafeteros de la cordillera Central de Colombia, es adentrarse en la vida real que esconde el mejor café del mundo. No hay disfraces. Nada de bailes ni una vida producida para apagar el ojo del turista. En estos pueblos la vida pasa tranquila, auténtica, colorida y desenfadada. Y así la retratamos.