Llega Diciembre y Colombia se tiñe de luces de colores. Figuras navideñas invaden calles, avenidas, postes de luz, ríos, barrios y hasta los interiores de las casas son convertidos en verdaderas vitrinas.

Tanto los Gobiernos Municipales como las familias en sus casas invierten tiempo y dinero para convertir esta época del año en una temporada especial, donde familias enteras se toman las calles con sus cámaras y comparten juntos los últimos días del año.

Pero a la hora de hablar de alumbrados, Medellín se lleva de lejos todos los galardones. En lo que a luces y circuitos navideños respecta, la capital del departamento de Antioquia da de que hablar todos los años por su majestuosidad.

Y 2014 no fue la diferencia. Este año la ciudad se lució con un despliegue de tecnología que incluyó 30 millones de bombillas led y 800 kilómetros de mangueras luminosas distribuidas por diferentes barrios y avenidas principales.

El circuito más importante de este recorrido decembrino está instalado a lo largo de 1,8 kilómetros del río Medellín. La protagonista esta vez es Paloma, una niña que sueña con la paz  y cuya figura gigante aparece por toda la ciudad, acompañada de barcos, peces multicolores, aves, plantas y ranas entre otras figuras.

11 toneladas de papel metalizado y 170 toneladas de hierro también fueron utilizados en el alumbrado más brillante de toda Colombia, en el que se invirtieron cerca de 10 millones de dólares, según fuentes del Gobierno Municipal.

Pero hay algo mejor que las luces cuando se recorre este alumbrado: ver a la gente compartiendo, sonriendo, apropiándose de la ciudad sin distingo de clases sociales. Todos van, todos disfrutan, todos miran aquí y allá. Todos dialogan con su entorno y lo hacen suyo.

El alumbrado de Medellín estará encendido hasta el próximo 15 de enero, y se espera que hasta ese día hayan llegado a la ciudad un millón de personas por tierra y 60 mil más vía aérea.