El imperio. La tierra de los excesos y el derroche. La mata del capitalismo. Los invasores. El país de los locos armados. No son pocas las veces que hemos escuchado estos y otros conceptos sobre Estados Unidos como argumento de quienes se niegan rotundamente a pisar suelo gringo. Y sí, puede que hasta razón tengan. Pero nosotros estamos convencidos de que en cualquier lugar, independiente de su fama, vamos a encontrar gente buena, experiencias inolvidables y lugares increíbles.

Entonces, no pensamos que nuestro viaje va a terminar en un tiroteo, o en un ataque químico, o en otro septiembre 11. No. Queremos ir a la tierra del cine clásico, de Martin Scorsese. Recorrer el suelo donde germinó el rock n roll, la casa del Roller Derby y conocer con nuestros propios ojos la cuna de tantas cosas que han influenciado la cultura global que nos domina. No hay lugar malo si sabes cómo viajar.

En la Embajada, en tan solo una hora, vimos a una familia que llevaban a sus niños con orejas de Mickey Mouse y otra que cargaba a una niña de no más de tres años vestida de bailarina de bambuco y tocando una mini guitarra frente al cónsul. Llegado nuestro turno, pasamos, respondimos un par de preguntas y nuestras visas fueron aprobadas.

Aquí les dejamos cinco consejos que le pueden ayudar a salir con su visa en el bolsillo, una sonrisa en la cara y le pueden ahorrar tiempo y dinero.

– Trabajo y estabilidad, lo más importante. Si entre sus planes está renunciar y dedicarse a viajar por un tiempo, como nosotros, le aconsejamos que antes de dejar su trabajo vaya a la Embajada y pida su visa. El principal factor que los gringos tienen en cuenta a la hora de otorgarle permiso de entrada a Estados Unidos es la estabilidad económica y laboral. Es decir, que usted pueda demostrar que tiene como costear su viaje y que tiene un motivo para regresar a su país y no quedarse como ilegal en tierras del Tío Sam. Volver al trabajo, para ellos, es el motivo principal.

375
mil visas fueron aprobadas para colombianos en 2013.

No mienta, no es necesario. ¿Es tan importante viajar a los Estados Unidos como para tener que inventarse una vida y una posición social diferente a la que ya tiene? Nosotros creemos que no. Ya hacemos bastante con pagar los casi 200 dólares que vale la cita, como para tener que maquillar nuestra existencia con el pretexto de cruzar una frontera más. Tenga en cuenta que el dinero que usted va a gastar en su viaje ayuda a fortalecer una de las industrias más boyantes de Norteamérica: la del turismo. Así que, si diciendo la verdad sobre sus finanzas puede demostrar que su intención es conocer el país y comprar algo, a ellos les conviene su visita y su visa será aprobada sin más. Hable tranquilo, responda la entrevista con calma y sobre todo con honestidad.

– ¿Falsificar documentos? Ni lo piense. No son pocas las personas que a diario son sorprendidas en la embajada norteamericana con documentos falsos a la hora de pedir su visa. Extractos bancarios, certificados de propiedad raíz, referencias laborales, entre otros, hacen parte del top de papeles inventados por los solicitantes. No se arriesgue, es el consejo que le damos por experiencia propia. No sólo le pueden negar la visa. Dependiendo de la gravedad del caso, puede quedar vetado para volver a solicitarla por un período de varios años. Eso sin ser extremistas, porque hasta a la cárcel podría ir a parar por el delito de falsificación.

Vaya preparado con sus documentos en regla (aunque no los pidan todos) El tiempo de duración por cada entrevista no supera los cinco minutos, por lo tanto, el funcionario que lo atiende no tendrá tiempo de leerse cada letra de los documentos que lleve. Sin embargo, siempre es bueno que sobre y no que falte. Como ya dijimos, entre más soportes tenga para demostrar que su viaje es con intenciones de regresar, más probabilidades tiene de que le otorguen la visa.

– Al que madruga Dios le ayuda, pero no exagere con su hora de llegada. Como sabrán, la cita a la embajada la dan con una hora específica, y por más temprano que llegue no lo van a atender de primero. Revise el horario de su cita y llegue, a lo sumo, con 30 minutos de anticipación.

No está de más contarles que la segunda fue la vencida en nuestro caso. La primera vez nos negaron la entrada y ahí fue que decidimos arrancar con nuestros viajes. Así que, si no le aprueban, no se eche a la pena y empiece por conocer su casa, su país. Ya verá que la vida real es mejor que el sueño americano.