Impactante: esa es la primera palabra que se nos viene a la cabeza cuando tratamos de recordar nuestra primera impresión al empezar a recorrer Rotterdam. Y es que tan sólo unas horas atrás andábamos por las calles antiguas de Ámsterdam, con las memorias llenas de tantas ciudades europeas levantadas con construcciones antiguas sucesivas, magníficamente repetidas: un castillo, una catedral, el barrio antiguo, las callejuelas, otro museo.

Pero Rotterdam parece haberle dado un zapatazo a la tierra para decir aquí estoy, y soy diferente para plantarle una cara fresca y moderna a esta Europa tan acostumbrada a siglos de tradición. Esta ciudad es la chica rebelde que se levantó después de haber sido devastada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial para apoderarse del puerto y así tener un sitio estratégico para invadir a Inglaterra por mar.

Aquí la vida es concebida desde una perspectiva orgullosa que aprecia las cosas más allá de lo esencial, que traspasa la percepción básica de la mera utilidad para situarse en la belleza pura. Y levantaron edificios con diseños que dejan bocas abiertas, se llenaron de una arquitectura moderna, colorida, funcional: especial.

Esta ciudad nos atrapó más de lo que teníamos esperado y tuvimos el gusto de recorrerla lo suficiente para traerte esta guía de las 10 cosas qué ver y qué hacer en Rotterdam, que seguro serán de utilidad a la hora de planear tu viaje.

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10 cosas qué ver y qué hacer en Rotterdam

1- Estación central de Rotterdam

Si viajas por tierra –en tren o en bus- seguramente este será tu lugar de llegada a la ciudad. Pues te recomendamos que dediques tus primeros minutos en Rotterdam a admirar esta construcción maravillosa que fue inaugurada en 2014 y tuvo un costo de 600 millones de euros. Esta edificación triangular y brillante te dejará ver por qué el diseño y la arquitectura son tan importantes en esta ciudad. Como dato curioso te contamos que las letras y el reloj de la fachada se conservan originales de la antigua estación, que fue una de las 85.000 edificaciones  arrasadas por el bombardeo nazi del 14 de mayo de 1940.

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2- Comer en el Marthall

Este es un plan obligado: te garantizamos que vas a quedar impactado con la espectacularidad de este edificio en forma de herradura. Por dentro es un mercado como ningún otro en el mundo, decorado en el techo con 4000 paneles dibujados con imágenes gigantes de frutos, peces y víveres que dan la sensación de frescura y abundancia. Tiene un sótano parqueadero con capacidad para 1200 vehículos y en su interior se pueden conseguir platos de diferentes partes del mundo, quesos holandeses, pasteles, helados… hay para todos los gustos. Nosotros fuimos a probar quesos y quedamos con ganas de regresar ahora mismo.

Pero si por dentro este edificio es una maravilla arquitectónica, por fuera no es menos sorprendente. Toda la estructura del Markthal está recubierta por 228 apartamentos de 100 metros cuadrados distribuidos a lo largo y ancho de su estructura de herradura. Cada uno de estos apartamentos tiene un costo de 600 mil euros, por si acaso se enamoran tanto de Rotterdam y quieren quedarse a vivir.

Al igual que la estación central, este edificio fue inaugurado en 2014, lo que les puede dar una muestra de que Rotterdam es una ciudad en constante evolución y que siempre quiere superarse a sí misma.

3- Visitar las casas cúbicas

Resulta que en 1984 al arquitecto Piet Blom le dio la sensación de que los holandeses viven muy metidos en su mundo, que son muy individualistas. Y entonces diseñó un vecindario con casas interconectadas y con espacios comunes por los cuales los habitantes debían encontrarse obligatoriamente al entrar y salir. Pero además se le ocurrió la idea loca de rotar 45 grados el cubo normal de las casas y emplazarlas en pilares exagonales.

El resultado de este invento novedoso fueron las famosas casas cúbicas, que es tal vez el punto más visitado de Rotterdam. Hay 32 casas y una de ellas está abierta como museo al que puedes ingresar todos los días antes de las 5:00 p.m.

Te recomendamos dar una vuelta por el vecindario porque desde allí vas a obtener unas panorámicas preciosas del puerto antiguo y otros lugares de la ciudad.

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– ¿Ustedes prefieren una casa bonita o cómoda? Porque las casas cúbicos de #Rotterdam son todo menos prácticas. Una vez estuve en una y no me gustaría regresar. Ustedes los turistas vienen, les toman fotos y se van creyendo que son una maravilla de la arquitectura, Pero una vez adentro, si querés vivir allí, toda tu vida es algo torcido, como al revés, ¿Me entiendes? Si quieres poner la cocina en esa esquina, no tenés espacio para nada, porque es un cubo ingrávido, no es una casa. Pero ellos creen que si son lindas por fuera, las casas cumplen su objetivo. – ¿Entonces no viviría en una de las famosas casas cúbicas de Rotterdam? – De ninguna manera. – Y ¿Cuánto vale vivir en una de esas casas? – Creo que mil Euros al mes. – Pero son preciosas. ¿No te parece Richard? – Sí, son una belleza, sobre todo con este sol de verano. – ¿Te podemos tomar una foto? Pero con las casas cúbicas de fondo. -¡Si claro! Por supuesto. ¿con el carro o sin el carro? – Con el carro está bien, así te conocimos. – Y ¿ustedes de donde son? Oh, Colombia. Yo creo que si algún día fuera a parar a Colombia no regresaría jamás. Porque ustedes son muy alegres sin tener nada, y aquí tenemos todo, menos la alegría de los colombianos. #RenunciamosYViajamos #ColombianTravelers #ViajerosColombianos #LoveToTravel #Instatravel #Instaphoto #PhotoTravel #Photooftheday #ComuViajera

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4- Visita el ayuntamiento de Rotterdam

El ayuntamiento es uno de los pocos edificios construidos antes de la Segunda Guerra Mundial que sobrevivió al ataque de los nazis. El contraste de su estructura construida entre 1914 y 1920 ubicada en medio de la zona moderna de Rotterdam, demuestra una clara intención de los habitantes de la ciudad de levantarse de su pasado trágico y seguir adelante.

Dos curiosidades de esta preciosa edificación: la primera es que se puede ingresar de forma gratuita. Sin embargo, en el salón principal sólo se pueden tomar algunas fotos y por ningún motivo se pueden subir las escaleras, teniendo en cuenta que los funcionarios del ayuntamiento tienen sus oficinas en este edificio. También se pueden ingresar a los jardines del ayuntamiento de Rotterdam que tienen un aire solemne, como de monasterio. En un sector del jardín hay una escultura de Neptuno (Dios del mar) y en el otro una de Hermes (Dios del comercio)

La segunda es que en la fachada del edificio aún se pueden observar los agujeros dejados por los proyectiles de bala disparados por el ejército canadiense cuando los aliados ingresaron a Europa para liberarla del nazismo. Esta huela del horror de la guerra contrasta con las esculturas dispuestas a las afueras de la edificación.

5- La iglesia de San Lorenzo

Este edificio es la única construcción medieval que queda en pie en toda la ciudad y tiene una historia sorprendente. Fue levantada entre 1449 y 1525 y durante la segunda guerra mundial no fue bombardeada por orden del propio Hitler, quien vio en el edificio un valor histórico digno para no tirarla debajo de un bombazo.

Lo más curioso es que hoy en día es una iglesia perteneciente a los protestantes, y se financia con recursos propios. Es por eso que tiene un bar en su interior en el que venden cerveza y los viernes en la noche se convierte en un pub. La entrada tiene un costo de 2 euros.

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6- El embarcadero antiguo y la Casa Blanca

Saliendo del vecindario de las casas cubo te vas a encontrar con el antiguo embarcadero de Rotterdam, donde hoy hay estacionados una cantidad de barcos antiguos donados por millonarios para representar cómo era la vida en 1350, cuando los primeros habitantes de esta ciudad empezaban a convertir la actividad portuaria en su principal sustento económico. Hoy en día este sector es una combinación preciosa de comercio naval de antaño con la arquitectura de vanguardia que ha hecho tan famosa a Rotterdam en todo el mundo.

Justo en frente de este embarcadero se encuentra La casa blanca, edificio famoso por haber sobrevivido a las bombas nazis en la Segunda Guerra Mundial. En 1898, cuando fue construido, este edificio fue el más alto de toda Europa y fue denominado como el primer rascacielos de todo el continente, aunque solo tiene 10 plantas y 43 metros de altura.

Hoy se puede subir hasta la azotea y tomar fotos lindas desde arriba o comer algo en el Grand Café de la Casa Blanca o el Restaurante Elit. Eso sí, le advertimos que la comida allí es carísima.

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7- Cruzar el Erasmusbrug (puente de Erasmo)

Este bellísimo puente atirantado une las partes norte y sur de Rotterdam. Tiene 802 metros de longitud y puede ser cruzado caminando, en bici, en tranvía, en motocicleta… tú escoges. Bien vale la pena atravesarlo a pie, debido a que puedes quedarte en una de sus barandas apreciando una vista única de la ciudad y tomando fotografías. Es completamente seguro debido a que a ambos lados hay espacios exclusivos para peatones.

Como dato curioso te contamos que el puente tuvo un costo de 163 millones de euros, fue inaugurado en 1996 y es conocido como ‘El Cisne’ por el pilón blanco asimétrico de 139 metros de altura que sobresale de su estructura.

8- Paseo en barco por el río Mosa

Bajando del Erasmusbrug puede darse un paseo en barco por el río Mosa. Las embarcaciones turísticas que realizan estos paseos salen del muelle Willemsplein y varían de precio. Un recorrido de hora y cuarto, por ejemplo, tiene un costo de 8.75 euros para adultos y 5.40 euros para niños. Pero si eres un amante del mar y quieres conocer y fotografiar Rotterdam desde el agua, existe un tour de dos horas por 14,50 euros adultos y 8 9 euros los niños.

Sin embargo, si quieres darte un pequeño paseo sin audio guía ni muchas complicaciones, puedes tomar uno de los water taxis, un medio de transporte muy común en Rotterdam que te puede llevar de un lado a otro por algo tan económico como 3 euros. El tour lo puedes conseguir aquí. 

9- Subir al Euromast

Esta torre de 185 metros levantada en 1960 es la más alta de todo Holanda, y le entrega al visitante un punto de vista único de toda la ciudad. Actualmente se puede subir a su mirador a través de un ascensor panorámico conocido como Eusoscoop desde la terraza ubicada a 100 metros de altura hasta su punto más alto ubicado a 185 metros. En su parte más alta, la torre Euromast alberga uno de los restaurantes más conocidos –y caros- de la ciudad.

Este edificio está abierto de abril a septiembre entre las 9:30 a.m. y 11:00 p.m. y de octubre a marzo de 10:00 a.m a 11:00 p.m..
Las plataformas están abiertas hasta las 10:00 p.m. horas y el último ascenso del Euroscoop es a las 9:45 p.m.

La entrada al Euromast tiene un costo de 9 euros para adultos, 6 euros para niños entre 4 y 11 años y 7 euros para adultos mayores de 65 años, aquí puedes conseguir la tuya.

Mira más fotos de nuestro paso por Rotterdam

10- Atento a los monumentos de guerra

Es muy probable que durante tu visita a Rotterdam te vayas a topar con uno de los 600 monumentos que recuerdan el horror sufrido por este pueblo durante la Segunda Guerra Mundial. Te recomendamos estar atento y tomarte algunos minutos para admirarlos porque cada uno de ellos cuenta una historia y al mismo tiempo deja ver el orgullo de los habitantes de la ciudad por haberse levantado de los escombros para convertirse en una ciudad brillante y progresista.

Recomendamos el monumento La ciudad destruida, una escultura de seis metros de altura que representa un hombre con un agujero en el pecho levantando las manos hacia el mismo cielo  del que cayeron las bombas y también el monumento a la Resistencia invencible ubicado al inicio del canal Westersingel.

Datos curiosos de Rotterdam

La ciudad fue destruida por los nazis entre 1940 y 1945 aún después de que el ejército holandés se había rendido. 85.000 edificaciones fueron bombardeadas y más de mil personas perdieron la vida en el ataque (en todo el período de guerra murieron más de 40.000 personas)

La ciudad fue reconstruida en tan solo 15 años y sus habitantes decidieron darle un toque moderno que la diferenciara del resto de Europa. Además la diseñaron dándole prioridad absoluta al peatón y al ciclista.

Rotterdam y Amsterdam tienen una rivalidad regionalista muy marcada, entre otras cosas, por el fútbol. El equipo de Rotterdam es el Feyenor y el de Amsterdam el Ajax. Es tanta la rivalidad, que los habitantes de Rotterdam no llaman a Amsterdam por su nombre sino que le dicen la ciudad 020, debido a que ese es su indicativo telefónico. Así que ni se te ocurra llegar con una camiseta del Ajax en tu visita a Rotterdam.

Rotterdam fue fundada en 1250, aunque está situada a 30 kilómetros del mar, es el puerto más grande de Europa debido a sus conexiones con el río Mosa, el río Rin y los canales navegables que se construyeron para tener acceso marítimo.

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Esperamos que estos datos sobre qué ver y qué hacer en Rotterdam sean de utilidad a la hora de visitar esta maravillosa ciudad.

Si conoces Rotterdam y tienes alguna otra recomendación, por favor déjala en los comentarios para que todos aprendamos juntos.

FELIZ VIAJE.

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